¿Cómo logras motivarte?

 

El título de esta entrada es una pregunta que me han hecho mucho en las últimas dos semanas y que me motivó a sentarme y analizar las cosas que hago cuando necesito darme un empujón. Lo que encontré me pareció súper útil y hoy les comparto lo que a mí me funciona para sentirme motivada.

 Lo primero que quisiera dejar claro es que todos somos humanos, de carne y hueso. Y que sí, yo también puedo deprimirme, llorar o sentirme sola y fracasada. Es parte de la vida.

 Siéndoles honesta, lo primero que hago cuando estoy desanimada es ver el calendario, no es un mito que las hormonas nos descontrolan. Muchas veces mi falta de motivación o desánimo coincide con que estoy en “mis días”; saberlo me funciona para recordarme que soy humana y que es normal. En esos momentos me dedico a tenerme paciencia y evito tomar decisiones (esto me ha costado, porque soy muy impulsiva).

Después de esto, hay ocho cosas que para mí ya son rutina y me ayudan a motivarme constantemente. Aquí se las comparto:

 HABLA CON TU YO INTERIOR. Algo que hago para encontrar motivación es conversar conmigo misma, literal, hasta con argumentos incluidos. Me pregunto: Paloma, ¿por qué estás tan desanimada? Mi respuesta puede ser “porque no aprobó ese cliente” y luego viene el argumento de justificación tipo “Tranquila, seguro viene uno mejor que te abrirá más puertas; este quizás te las cerraba”.

 CELEBRA TUS ÉXITOS. Cuando estamos desanimados solemos olvidar nuestras bendiciones y solo ver lo malo que nos pasó, sin recordar lo afortunados que podemos ser. A mí me funciona recordar los momentos por lo que me he sentido agradecida.

“TODO PASA”. Es algo que me repito mucho cuando puedo sentirme desesperanzada, definitivamente no hay mal que dure 100 años y “todo tiene un propósito en nuestras vidas”. El tiempo se convierte en el mejor sanador. Respira, ten fe y deja que todo encaje en su lugar.

 REENFOCATE. Me encanta pasar lista de lo alcanzado y lo pendiente. La productividad es uno de mis más grandes motivadores, sentirme enfocada en mis metas me alivia cualquier situación que esté viviendo.

 IMAGINA EL PEOR ESCENARIO. Por más feo que se escuche, suelo irme a los extremos de mis situaciones para que la frase “pudo ser peor” me alivie y me haga sentir agradecida.

APÓYATE EN HÁBITOS POSITIVOS. Las rutinas son muy buenas cuando necesitamos motivarnos, en mi caso le cojo el piso a los entrenamientos físicos, a la buena alimentación, a mis rutinas matutinas y nocturnas de belleza, a cuidar de mi cabello, a mimarme…

 ESCUCHA TU CUERPO. He aprendido a escuchar a mi cuerpo, a tenerme paciencia y a hacer cosas como cancelar reuniones si me siento muy cansada.

 HAZ ALGO QUE TE GUSTE. Saca tiempo para complacerte. Yo por ejemplo de inmediatamente me siento desmotivada comienzo a armar un fin de semana o viaje.

 Es mágico cuando nos convertimos en nuestros propios cheerleader y nos aplaudimos, esto lo logramos con el tiempo, lo volvemos parte de nosotros y la vida se hace llevadera y Feliz. Te invito a intentarlos.