Esto he aprendido al dejar fluir

Creo que mis vacaciones de invierno han sido las más necesitadas de toda mi vida, por primera vez desde que me inicié como blogger no estuve grabando todo con la cámara GoPro. Y no me maten pero en esta ocasión no les tengo guía de viajes ¿Por qué? Porque me desconecté como nunca. Seguro muchos no lo entenderán porque claro, había fotos y stories pero esto para mí era puro disfrute y tampoco quería me olvidaran.

En esta ocasión caí en cuenta que muchas veces mis viajes se convierten en puro trabajo, en este viaje me desprendí de andar siempre con un cargador externo, con la computadora para ir vaciando la memoria, no me importó la clave del wifi de donde llegaba, no me importó compartir internet con mis compañeros, no estuve todo el tiempo escribiendo notes con recomendaciones, no estuve pensando en si el feed y su armonía, de hecho solo cuando aterricé en Santo Domingo me dediqué a responder las felicitaciones de Año Nuevo, mis amigos estaban sorprendidos, nunca había logrado esto.

No era mi primera vez en ninguna de las ciudades que visité y por esto fluí con el grupo, solo disfruté de su compañía y de visitar todo lo que para ellos fuera de interés, en este viaje no teníamos los días planeados ni alarmas en las mañanas, todo se basó en “fluir” y la verdad es que me encantó, me puso mucho a reflexionar y hoy les comparto mis porque sí debemos fluir.

 

ALTAS EXPECTATIVAS, GRANDES DESILUSIONES.Muchos de los procesos tristes que vivimos vienen por idealizar algo que se escapa de nuestro control. Cuando aprendemos a fluir, a identificar las cosas que no podemos manejar, tenemos mayor facilidad a aceptar lo que sea que la vida nos ponga a vivir.

 

DEJA QUE LA VIDA TOME SU CURSO. Forzar viene siendo lo contrario a fluir y ¡wow! ¡Cuánto he tenido aprender a no forzar! me he pasado la vida forzando amistades, amores, situaciones que todo lo que hacen es drenarnos, cansarnos y hacernos sentir de mal.


BAJA LAS REVOLUCIONES. Fluir me ha enseñado a disfrutar más de los momentos, a respirar, tomar las cosas con más calma y no actuar con impulsividad, mas bien con más entendimiento de que todo lo que hacemos trae respuestas necesarias a nuestra vida.

 

PAPÁ DIOS TIENE EL CONTROL. No me canso de repetirlo “mi vida tiene un orden divino” y cuando pongo todo en manos de papá Dios, cuando encomiendo mi vida a él me otorga una paz que solo me permite “fluir” y dejar que él tome el control.

 

FLUIR NOS HACE SER POSITIVOS. Quien fluye se siente bien con lo que hace, libera tensiones y se aleja del estrés.

Estas son algunas de las grandes lecciones que quiero compartirles este inicio de año y espero que les ayude mucho para los planes que están haciendo.

En caso de que todavía no tengas bien definidos tus planes para este año, ¡pongámonos manos a la obra!

Este 17 de enero es la segunda edición de mi taller Mapa de Sueños en el que te enseñaré a visualizar tus metas para que veas la mágica forma en que se hacen realidad.